21 COSAS QUE NUNCA DEBES DECIR EN LA PRIMERA CITA

mayo 09 de 2014

Él dijo que te iba a llamar y no te ha llamado. Ella dijo que la pasó genial, pero ignora tus llamadas. Diste un paso en falso. Quizás dos. Eres el motivo de burla de los amigos de quien estuvo juzgándote al otro lado de la mesa el viernes pasado. Tu inversión de apareamiento se fue al traste, justo cuando pronunciaste esas desastrosas palabras. ¿Cuáles palabras? ¿Ni siquiera lo sospechas?

Bastó que abrieras la boca, para que todo se acabara. Aunque no sobra decir que algo bueno hiciste, porque lograste la cita. La primera y última cita. Fuiste tú mismo. Te quitaste la máscara. Abriste tu alma. Y ese fue el problema. Tenías que censurar algunos pedazos de tu personalidad.

La dinámica es igual a una entrevista de trabajo. Nervios. Incertidumbre. Una gota fría que recorre la espalda. Presentar tu mejor cara. Confesar defectos que pueden ser vistos como virtudes. Y, especialmente, tomar las precauciones necesarias para no sufrir un traspié sin percatarte. No hay nada peor que salir creyendo que el trabajo es de uno, haciendo cuentas del carro último modelo que comprarías con tu mejora salarial, para después recibir una silenciosa indiferencia los días subsiguientes. Aún peor: nunca saber la verdadera razón para que archivaran tu hoja de vida en el olvido. Especulas. Supones. Justificas. Pero nunca sabes con certeza.

Este escrito tiene como propósito salvarte del desastre que son tus primeras citas. Te proveerá la retroalimentación necesaria para que empieces a avanzar fluidamente en el ritual de apareamiento. Te alertará de lo que ha causado y continúa causando escozor en quien has pretendido llevar a la cama. Aprenderás de tus penosos errores verbales, que en su momento consideraste que no eran errores. Al menos, logrará que más a menudo tengas un segundo turno al bate, solo si nunca dices una de estas 21 cosas en la primera cita:

1) “Yo era de los que nada más salía con gente atractiva, pero desde esta misma noche decidí cambiar esa actitud tan superficial”.

2) “Despreocúpate. A la cuarta cerveza te volverás hermosa para mis ojos”.

3) “Eres preciosa. Pareces una versión joven de mi mamá”.

4) “Tú y yo haríamos bebés perfectos. Con tu belleza y mi inteligencia, no hay pierde; salvo que le toque tu inteligencia”.

5) “Te ves muy distinta en persona. ¿Cuántos años tiene la foto del perfil de tu Facebook?”.

6) “Te recomiendo pedir una ensalada, un vaso de agua y decirle al mesero que más tarde no te traiga la carta de postres”.

7) “Mi estricta dieta de frutas y verduras no es por vanidad, sino por consideración con mis parejas. Es un hecho científico que mejora el sabor del semen”.

8) “¿Te gusta tragar o eres de las que toca avisarle?”.

9) “Estoy ansioso por comprobar si ese es el verdadero color de tu pelo”.

10) “Siempre estoy preparado. Prueba de ello es que salí de mi casa con un condón puesto”.

11) “Menos mal vivimos en una época donde ni el sexo anal, ni las orgías, ni la necrofilia son tabú”.

12) “A mi ex le encantaba este lugar. Aquí también fue nuestra primera cita”.

13) “Mis ex coinciden en decir que yo soy una neurótica, pero lo único cierto es que a todos ellos les hacía falta compromiso con la relación”.

14) “Mi psiquiatra y mis ex opinan que tú eres la pareja indicada para mí”.

15) Silencio sepulcral por varios minutos… y luego lágrimas incontenibles sin un motivo aparente.

16) “¿Cuál es tu primer apellido? ¿Núñez? Hhhmmm, Soledad de Núñez. Me encanta como suena”.

17) “No estoy para perder el tiempo. Este año me caso y tendré hijos. Contigo o sin ti”.

18) “Perdona, debes irte. Tengo otra cita dentro de diez minutos. En este restaurante”.

19) “Deberíamos salir de nuevo. ¿Te parece mañana mismo?”.

20) “La he pasado muy bien. Ha sido una noche muy grata. Pero si esto no llegase a funcionar, por el motivo que sea, me gustaría decirte, desde el fondo de mi corazón, que lo intentaré con tu hermana”.


Si sobrevives invicto a las presiones de expresarte correctamente con una pretendida pareja, hasta el momento que llegue la cuenta, todavía no cantes victoria. Un mal final es capaz de destruir la más romántica de las historias. Poco importa que hayas tenido al frente a tu alma gemela, si en el último respiro de la primera cita un Príncipe Azul, como tú, remata la velada de la siguiente manera:

21) “Hoy invita mi papá. Estaba tan contento de que por fin saliera con alguien, que me prestó su tarjeta de crédito”.

Aunque si eres una Reina, la peor forma de despedirte para siempre de tus posibilidades de una segunda cita, es cerrando el telón de la inicial así:

“Quiero que me acompañes a mi apartamento. No acepto un ‘no’ como respuesta. Quiero que conozcas a mis papás”.

Hasta una próxima verdad humanamente irracional, Amigos de lo Salvaje.

Lucano Divina
Comandante Macondo de la Revolución Animal
Selvas de Suramérica, mayo 09 de 2014

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